El 2 de julio de 1994 fue un día negro para Colombia. Aquel día asesinaron al zaguero central de la selección colombiana de fútbol, Andrés Escobar en Medellín.
Nadie pudo haber previsto la tragedia que se avecinaba: el equipo perdió en su debut contra Rumania (1-3), el mediocampista Gabriel "Barrabás" Gómez recibió una amenaza de muerte vía fax en la sede de la concentración del equipo en California y fue sacado de la alineación en el partido que disputaría contra Estados Unidos. Y el técnico, Francisco "Pacho" Maturana, estuvo a punto de renunciar a la dirección ante el incidente.
Lo más doloroso estaba por llegar: el defensa central del equipo y quien se turnaba el brazalete de capitán con Valderrama, Andrés Escobar, mejor conocido como "El Caballero de la Cancha" anotó un autogol en el partido contra Estados Unidos y diez días después cayó asesinado en Medellín.
El crimen, que entonces reforzó la imagen de que Colombia era una narco-democracia, quedó prácticamente en la impunidad, según el fiscal que investigó el asesinato.
"Yo creo que Andrés empezó a morir ese día" del autogol, dijo Jesús Albeiro Yepes, que asumió el caso como fiscal y quien todavía se pregunta en qué estaban pensando sus superiores cuando archivaron la investigación que se seguía en contra de los hermanos Santiago y Pedro Gallón.
Según declaraciones de Jaime Gaviria, primo hermano de Pablo Escobar, que aparecieron por primera vez en el documental de ESPN "Los Dos Escobar", los hermanos Gallón traficaban droga con Pablo Escobar y al ver que el capo había mandado a asesinar a dos de sus socios más cercanos, decidieron unirse al grupo criminal que entonces lideraba el extinto jefe paramilitar Carlos Castaño, "Perseguidos Por Pablo Escobar", quienes a la postre fueron clave en la caída del narcotraficante más temido de la historia.
La madrugada que lo asesinaron, Andrés Escobar, entonces de 27 años, salió con dos de sus mejores amigos, Eduardo Rojo y el futbolista John Jairo Galeano, quienes querían distraerlo para que pasara el trago amargo del autogol y la eliminación.
En una discoteca de la zona rosa de Medellín los amigos se encontraron con hinchas que lo increparon por el autogol. "De otras mesas empezaron a gritarle 'autogol, Andrés, autogol''', dice el exfiscal Yepes.
Abandonaron la discoteca, Galeano y Rojo tomaron su rumbo y el futbolista se quedó solo. Minutos después se encontró en un estacionamiento aledaño con algunas de las personas que lo habían fastidiado. "Desde el carro (Andrés Escobar) les reclamó por qué lo molestaban", dijo Yepes.
"Vos no sabes con quién te estás metiendo", le dijo Santiago Gallón al jugador en reiteradas ocasiones, según Yepes. "Cuando el conductor de Gallón (Humberto Muñoz Castro) escuchó eso, se bajó y ta-ta-ta-ta-ta-ta".
Fueron seis tiros a quemarropa contra la humanidad de Escobar.
La noticia de la muerte de Escobar recorrió a Colombia y al mundo entero con un escalofrío de terror. A las 03:13 de la mañana (hora de Ecuador) del 2 de julio de 1994, uno de los futbolistas más queridos del país, quien tenía una oferta para irse al Milán de Italia, acababa de ser asesinado. (D)
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